Las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza poseen un sistema productivo esencialmente tradicional, que queda patente en la población ocupada y el VAB por sectores productivos. No obstante, los diferentes ritmos de crecimiento alcanzados en cada uno de los sectores productivos han ocasionado una modificación estructural, que se ha traducido en una reducción del peso específico de los sectores primario e industrial y en un aumento apreciable del de los servicios; de manera similar al proceso evolutivo que se desencadenó también en España.
La estructura productiva ha sido suficiente para absorber empleo a un nivel más eficiente que el resto de España (de ahí que las tasas de paro hayan sido menores) pero se considera insuficiente para atraer un número significativo de nuevos habitantes.
La renta disponible bruta per cápita de los habitantes de estas comarcas se ha situado históricamente por encima de la media regional, manteniéndose entre las comarcas más prósperas de la región. Sin embargo, en el contexto de crisis económica de los últimos años, se ha situado ligeramente por debajo de dicha media.